Richard Salazar ha estado los últimos 30 años ligado a la exportación de banano y otras frutas.

Con más de $ 3.200 millones el banano se ubicó en el 2022 como el segundo producto de exportación no petrolero y no minero del país. Richard Salazar inició en este sector en la década de los noventa, cuando la fruta era la protagonista de las exportaciones ecuatorianas. En los últimos 30 años, Salazar ha sido empresario, dirigente gremial, ha pasado también por el sector público y ahora impulsa una nueva empresa con la que también negocia con otras frutas ecuatorianas al mundo.

¿Cómo y cuándo inició en el negocio bananero?

Inicié muy joven, en 1993, tenía 20 años y fui subgerente de Crédito en el Banco del Agro S. A. (Finagro), y una de la cartera principal del banco fue el sector productor y exportador bananero, en un boom bananero de esa época, financiamos plantaciones de banano y capital de trabajo a los exportadores de banano. Estuve hasta el 2002.

¿Después de nueve años en Finagro cuál fue su siguiente paso?

Con toda esa experiencia creé la empresa Ademinsa del Ecuador S. A. Era una compañía que ofrecía ensayos no destructivos y mantenimiento predictivo al sector industrial y petrolero. Funcionó hasta el 2014.

¿Nunca tuvo un plan B?

Sí, fui Director de Banano en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, desde agosto del 2009 hasta agosto del 2011, donde conocí a la mayoría de los exportadores y productores de banano. Generamos importantes cambios como la última reforma a la Ley de banano, y la expedición de dos reglamentos.

¿Qué sucedió con su empresa Ademinsa en el 2014?

Vendí las acciones a mi socio. En el 2015 iniciamos el proyecto para la creación de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), la cual finalmente se constituyó en noviembre del 2016 en el Ministerio de Comercio Exterior.

Posteriormente en noviembre del 2021 iniciamos el proyecto de creación de una empresa de Brokerage de colocación de frutas y vegetales en diferentes mercados en el mundo. Se llama Ecuafood Supply y es una sociedad con Jorge Mantilla, y operamos cinco personas desde Ecuador.

¿Con cuántos mercados internacionales da servicio Ecuafood Supply?

Empezamos operaciones en enero del 2022 colocando diferentes productos como banano, moringa, pitahaya, plátano en diferentes mercados de Europa, Estados Unidos, Asia y otros, los cuales mantenemos actualmente.

¿Cuáles fueron los principales retos de la empresa en los mercados internacionales y con clientes nacionales?

El principal reto fue el encontrar productos como banano, moringa, pitahaya y otros productos que obtengan certificaciones internacionales como orgánico, Rainforest Alliance, Fairtrade, GlobalGap, SEDEX y otros FDA, adaptándonos a los requerimientos de nuestros clientes en el exterior.

¿Cómo ha logrado compaginar su actividad empresarial con su faceta gremial?

La representación legal y la administración de la empresa la tiene mi socio, yo me encargó de la parte comercial, pero soy accionista. Mientras que a Acorbanec le dedico el 100 %.

¿Qué ha tenido que sacrificar para cubrir los dos frentes?

Tiempo. Acostarse tarde y levantarse temprano.

El sector bananero ha estado complicado en los últimos meses por desacuerdos entre exportadores y productores. ¿Cómo ve desde su óptica empresarial este problema y las posibles soluciones?

La Ley de Banano buscaba dos cosas: poner un precio mínimo a la caja de banano a pagar al productor, estableciendo un sinnúmero de controles, requisitos burocráticos y sanciones desproporcionadas para hacer cumplir el pago; así como la prohibición de nuevas siembras.

El problema es que al haber prohibición de siembra en Ecuador, hizo que la competencia internacional sembraran más banano y nos desplazaran de mercados importantes sobre todo de la Unión Europea y Estados Unidos.

¿Pero el precio de la caja también ha sido siempre materia de discusión?

Es tirado de los cabellos que a un producto de exportación que depende del mercado mundial se fije un precio.

Y finalmente el 55 % de las exportaciones ecuatorianas se destinan a mercados spot, como África, Asia Central y Oriental, parte de Rusia, etc., cuyo esquema no existe en la Ley de Banano.

¿En treinta años de hacer empresa, de producir, cómo se ha podido sostener en la actividad, cómo sortear problemas de afuera como precios, contenedores, guerra, y los conflictos internos como los políticos y de inestabilidad?

Una de las características sobre todo de los empresarios bananeros es esa resiliencia que ante las vicisitudes no se deja caer y busca alternativas, por ejemplo, nos desplazaron de Europa y comenzamos a buscar mercados en Rusia, Medio Oriente y otros; explorando, visitando, invirtiendo. La resiliencia del sector y la preocupación de hacer crecer el negocio, de buscar alternativas, salir a buscar mercados, en ferias, misiones comerciales, ha sido un factor importante.

La problemática se la enfrenta entre sector público y privado. Los accesos en destinos se los mejora con la firma de acuerdos comerciales y en eso hemos venido trabajando con las autoridades y logramos agendas con China, Corea del Sur y otros.

Con relación a los problemas de precio el sector privado, sobre todo bananero, ha invertido en empresas de lobby para hacer ofensivas comerciales que ayuden a mejorar el pago de un precio digno que mantenga la sostenibilidad de la producción ecuatoriana. Y lo de los contenedores, recordar que las frutas y vegetales son alimentos y la población siempre dejará de hacer cualquier cosa menos comer, es por eso que el sector bananero ante crisis mundiales ha salido adelante.

¿Cuáles son los planes futuros de Ecuafood Supply y de su faceta gremial al frente de Acorbanec?

Con relación a Ecuafood Supply es seguir captando nuevos clientes en diferentes mercados, incluso aumentando el portafolio de productos de la oferta exportable ecuatoriana.

Con relación a Acorbanec, actualmente representa el 42 % de las exportaciones totales de banano del Ecuador, con 59 miembros afiliados. Nuestro objetivo es captar el 50 % de las exportaciones de banano hasta el 2024, seguir trabajando en promoción de exportaciones, cambios normativos como la Ley de Banano, adaptándolo a la realidad del negocio y seguir trabajando en eficiencia productiva y fomento asociativo. 

Fuente: eluniverso.com

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